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To Kill a Mockingbird: Matar a un Ruiseñor


Hijo mío, hay muchas cosas feas en el mundo, me gustaría que no
las vieras, pero no es posible.

He aquí ante uno de los grandes clásicos del cine donde la grandeza de la película (que es bastante) es casi ensombrecida por la actuación de Gregory Peck, uno de los grandes del cine clásico.

La película no es solo conocida por la atrevida historia que contaba, sino por el desarrollo de los personajes, (los entrañables Jem y Scout), el tema que trataba (el racismo) y su personaje principal, Atticus Finch, interpretado por un Gregory Peck desbordante.

Matar a un Ruiseñor está basada en la novela homónima ganadora del premio Pulitzer de Harper Lee, en la que narra varios hechos que tuvieron gran trascendencia en su infancia, como la relación con su hermano, la figura de su padre, o el controvertido juicio que hubo en su pueblo. Harper Lee adapta su nombre al de Scout Finch, y el de su pueblo al imaginario de Maycomb, Alabama, adaptando perfectamente el estereotipo de pueblecito sureño de un modo que muchos críticos han alabado.

Matar a un Ruiseñor nos sitúa durante la gran depresión, y cuenta la historia de Scout y Jem, dos hermanos que viven en el pueblecito de Maycomb, Alabama, junto a su padre Atticus, Atticus Finch. Su madre murió pocos años atrás, por lo que su padre les dedica todo el tiempo que le permite su Bufete de abogados.

He aquí algo importante y que tenemos que compren
der. Tanto Jem como Scout son solo niños, niños que reflejan por un lado la inocencia propia de esa edad, y por otro lado las ganas de madurar para comprender lo que hay a su alrededor. De ahí que el artículo comience con una de las muchas grandes frases de la película. Atticus quiere ante todo proteger a sus hijos, pero sin ocultarles lo que pasa realmente en el mundo y en la mente de las personas. De ahí que no son solos los niños los que aprenden la lección, en cierto modo Atticus Finch refleja perfectamente la típica figura paternal que nos lo explica todo de la mejor manera posible, y de la forma más dulce. He aquí la grandeza del personaje de Peck, aunque ahora seguiremos hablando del mismo.
Llega el verano, y con este Didi, o Titi (ni idea), el cual es un niño de la edad de Scout y Jem. Algo presumido (aunque llega a caer muy simpático). Los tres juntos curiosean cerca de la casa de Boo Ridley, un extraño habitante del pequeño pueblecito, del que se rumorean muchas cosas pero que pocas son ciertas. Este personaje tendrá mucha transcendencia al final de la película, no digo más, además de ser el primer papel en el cine de otro grande del cine. ¿Quién?
Al mismo tiempo, Atticus recibe un encargo. Defender a un hombre negro al cual es acusado de violación a una joven (como no) blanca. Esta es quizás el tema más interesante de la historia, y aunque tarda un poquitín en empezar, entrelaza de un modo acertado con el resto de la historia de Scout y Jem, (esto es un logro tanto por la autora como por el director y el guionista que fueron fieles al esquema del libro). Atticus acepta el caso y se ve sometido a la presión de los vecinos por defender a un negro, lo que posteriormente lleva al juicio, el cual es la parte más interesante de la película, y del cual serán testigos sus hijos, los cuales llegarán a ver a su padre luchando por la justicia de un hombre, en una tierra donde ser negro equivalía a no ser igual ante la ley.

El tema principal de la película es el racismo, y la historia refleja fielmente el típico juicio en el sur racista de aquella época, y como ya no solo el acusado es amenazado de muerte, sino el propio abogado (Peck) también es increpado por parte del pueblo. Atticus deberá luchar en dos frentes, el defender la causa de su cliente y por otro lado el proteger a sus hijos del desprecio que levantará el mismo por defender a un negro.

Es llegado a este punto cuando nos enamoramos del personaje de Peck, el cual es un padre protector, cariñoso y bueno con sus hijos; un vecino amable y educado (la escena junto a la vecina gruñona la cual se ablanda con la presencia de Atticus); persona sin prejuicios (apoyando a la familia de Tom (el acusado), y ganándose el respeto de la comunidad negra de su pueblo (cuando termina el juicio).

-Levante señorita Scout. Su padre aún no ha salido de la sala.

No sé que más deciros de esta extraordinaria e incomparable película. Os la recomiendo al más alto nivel.
El resto de la información os la dejo en este corto aunque acertado video de Tele Madrid donde podréis ver varias escenas de la película y escuchar la emotiva banda sonora de Elmer Berstein, otro de los grandes del cine clásico en temas de banda sonoras.


Aunque de momento es solo una la película que tiene una nota inferior a 10, he analizado cada fragmento de Matar a un Ruiseñor y he de deciros que la nota de esta película no puede bajar del 10, es imposible.

3 comentarios:

  1. Es una de esas películas-alegato que se expresan mejor que cualquier manifiesto político. Atticus como bandera de la civilización.

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  2. sin duda una grandísima película, peck está enorme. Ya estoy trabajando en ella para mi blog, por cierto, el nombre del niño es Tití.

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  3. En efecto la película tiene una nota de 10. es excelente.

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