Home » , » Killing Fields: Los Gritos del Silencio

Killing Fields: Los Gritos del Silencio


-Si las cosas se complican, nuestra mejor opción es ir a la embajada francesa.
-¿Quién te dijo eso?
-La embajada británica.

Me quedo con el título original, y seguro que mi compañero Dante también, al que agradezco que me "facilitara" el poder visionar esta auténtica obra maestra de los años 80, para mi solo superada por The Elephant Man (David Lynch, 1980), Toro Salvaje (Martin Scorsese, 1980) y Platoon (Oliver Stone, 1986), y es que los que me conocen, como mi socio en cuestión saben que esta película me tenía que llegar al alma si o si. Y es que aunque soy amante de casi todos los géneros, y trato todas las temáticas posibles, el de aventuras en un mundo desconocido visto desde los ojos de un occidental con el cual me puedo identificar me llega al alma. Ese género se creó para mi disfrute personal. De ahí que venere la figura de Peter Weir, aunque curiosamente la misma noche vi una peli suya parecida (The Year we live dangerously) y disfruté mucho más con la de Roland Joffé.

Sydney es un periodista del "The New York Times" enviado a Camboya en 1972 como corresponsal de guerra. Una vez allí, conoce a Dith Pran, un nativo que le sirve de guía e intérprete durante la guerra. En 1975, al caer el gobierno camboyano, los EEUU se retiran del país, y toda la familia de Pran emigra a Norteamérica excepto él, que decide quedarse con el periodista para seguir ayudándole. Ambos viven refugiados en la embajada francesa, pero cuando deciden abandonar Camboya, el ejército revolucionario prohíbe salir a del país a Pran, que es recluido en un campo de concentración, en el que pasará múltiples vicisitudes. FILMAFFINITY.

Entre 1975 y 1979 Camboya vivió la peor época de su historia. Cuando estudias un poco de historia del siglo XX entiendes porque lo llaman el siglo de los genocidios. Al retirarse EEUU de la guerra del Vietnam, la neutral Camboya se vio invadida por los jemeres rojos, revolucionarios comunista que llevaron a cabo una matanza (como en la mayoría de países de esta orientación política) de la población civil, o como ellos decían, "el enemigo oculto", que eran todos aquellos que ellos sospecharan que podían entorpecer el asentamiento de un sistema comunista en el país.


Uno de esos cuya vida pendió de un hilo más de una vez fue el camboyano Dith Pran (interpretación que le valió un Oscar a Haing S. Nor), por cuya vida intentó luchar durante años incansablemente su compañero americano Sydney.
La película es un brutal relato de horror y supervivencia. Sin miramientos, sin transfondo, sin chorradas que sirvan para las parejitas vayan a pasar un rato intenso en el cine, no. La película es cruel, es dura, es violenta, es real, pero por encima de todo es un canto a la amistad y el amor entre dos hombres. Ninguno de los dos es nada sin el otro. El final es de clinex.

Creo que estamos la gran obra maestra del cine de género de "corresponsales de guerras", género y profesión que me apasionan, y que Roland Joffé recrea en todo su esplendor.

Si tenéis un poco de conciencia y queréis saber lo que ocurrió en Camboya a mediados de los 70, Los Gritos del Silencio es vuestra cinta.

La cinta, opera prima de un director salido de la televisión, fue todo un éxito de crítica y público. Obtuvo 7 nominaciones entre las que destacan Mejor Película, Director y Guión; consiguiendo las de Actor de Reparto, Fotografía y Montaje, en el año en que Amadeus arrasó.


Mi nota: 10!!

3 comentarios:

  1. Pues el listón de ésta película está muy alto al entrar en ese ranking de obras maestras ochenteras. Genial crítica socio!
    Y peliculón, por supuesto.

    ResponderEliminar
  2. Es q es una maestra,nen. Lo mejor q me has pasado nunca!

    ResponderEliminar

GENRES

Facebook


casino contador de visitas
Inaugurado el 3 de Marzo de 2010
 
Copyright © 2015 La liga de los Cineastas Extraordinarios