Basta ya, cabrona. ¿Pero qué te has creído?, ¿qué soy gilipollas o qué? Puedo hacerte picadillo si me da la gana. Otras personas más listas que tú han intentado joderme, ¿tú lo conseguirás?, ¿dos golfas contra un tarado? A la mierda con vuestras mentiras.
Rumanía, finales de los 80s. Nos encontramos en una dictadura, pero en ningún momento se menciona. No hablamos del miedo reinante, pero lo tenemos. No somos testigos, participamos de lleno en la historia que se nos presenta.
Otilia y Gabita son dos estudiantes universitarias de Tecnología. Las dos son de origen humilde, vienen del campo, y su esperanza es trabajar en la ciudad. Comparten habitación en una residencia de estudiantes. Todo parece normal al principio. Está bien. Comenzamos con un:
-Vale
-Gracias.
Algo pasa, pero no sabemos que. Están recogiendo sus cosas como si se preparasen para un viaje. Otilia ultima detalles y recoge dinero. Consigue una habitación de hotel después de perder la reserva de otro. Ha de ir a cenar esa noche con los padres de su novio, y ha quedado con un individuo al que no conoce.
Se encuentran, se presentan y van hasta el hotel. A partir de aquí pasamos a ser partícipes más que testigos de lo que se está cociendo, y nos sentimos como tal porque hemos seguido a Otilia durante todo el día. El tipo le va a realizar un aborto clandestino a Gabita. Algo ilegal, penado con la cárcel.
En 1966 se prohibió el aborto y desde aquel momento hasta la caída del comunismo, más de 500,000 mujeres murieron por practicarse uno a escondidas. A diferencia de los países occidentales, la población apenas tenía acceso a métodos anticonceptivos. Casi el 20% de la mujeres entre 15 y 20 años (¿mujeres ya?) se practicaron un o más de un aborto.
Y aquí surge no la polémica, no el estar a favor o en contra del aborto, sino si la película está a favor o en contra. Gabita desea abortar y Otilia va a ayudarla porque en el fondo ella haría lo mismo, ¿puede ser esa entonces su opinión real? El estar a favor o en contra... El director no usa el tema del aborto en la Rumania comunista porque si. Nos presenta una situación a modo de denuncia social sobre algo ilegal en un sistema donde muchas cosas lo eran. Podría haber narrado la historia de dos pijas rubias que abortan y lo pagan con la tarjeta de crédito de papi, pero no. Son dos chicas sin apenas recursos, en un sistema opresivo. No están jodidas, lo están mucho más. Pone un situación límite, en un entorno límite. Es pura supervivencia en busca de comprensión. Las chicas tienen miedo, claro que lo tienen. Incluso la propia Otilia tiene reparos en contárselo a su novio.
Protagonizada por Anamaria Marinca (protagonista absoluta) y Laura Vasiliu; y dirigida por el debutante Cristian Mingiu, esta película es la primera de una trilogía denominada Memorias de la edad de Oro, que pretende narrar varias historias de la Rumanía comunista.
Se hizo con la Palma de Oro en Cannes, y consiguió una nominación al Globo de Oro a mejor película extranjera, arrebatada por La Escafandra y la Mariposa (Julian Fellowes, 2007). Aunque la crítica la alabó en EEUU y fue preseleccionada por la Academia de cine de Rumania, no consiguió la nominación al Oscar ese año.
Una cinta sencillamente brutal y demoledora. Con un ritmo fantástico a la par que agobiante. Con planos interminables al más puro estilo Hanneke y filmada cámara en mano para ser un protagonista más de la historia.
Mi nota: 10!
Brutal y demoledora, dos calificativos que definen bien esta cinta. Muy buena reseña Jose. Marinca hace un papelón increible... Una gran cinta sin duda alguna.
ResponderEliminarLlevo tantísimo tiempo queriendo verla...está apuntada en las primeras páginas de mi lista de pendientes, y en esa lista hay ya más de 800 apuntadas (y voy tachando las que veo, claro), así que...la tira hace que está ahí. Y antes de estar ahí, las intenciones de verla antes de que existiera mi lista.
ResponderEliminarEn fin, a ver si este verano la veo, me han dado otra vez ganas de verla.