The Way Back: Weir en estado puro.

Mi mujer jamás se lo podrá perdonar. Tengo que volver.

Peter Weir, director de películas como Gallipoli, Único Testigo, La Costa de los Mosquitos, El Club de los Poetas Muertos, El Show de Truman, Master & Commander... si has visto estas películas, puedes llegar a comprender el patrón que mueve a este genial cineasta cuando cuenta una historia.

El hombre, la naturaleza, confrontación, adaptación, lucha, supervivencia. Eso podemos encontrar en casi toda su filmografía. Como una o varias personas llegan a un hábitat que nada tiene que ver con el suyo y su efecto en él/los. Y eso ocurre en Camino a la Libertad, un grupo de prisioneros que consiguen escapar de un gulag y deciden huir hacia el sur lejos de las garras de la unión soviética.

Vayamos por partes.

Lo primero, el proceso. Seis nominaciones al Oscar no valen una puta mierda si cuando tu última película que ha costado 150 millones de dólares apenas supera los 200 en recaudación. Da igual que la cinta sea considerada una de las mejores películas de aventuras de la década, el dinero es el dinero, y yo lo comprendo, pero así lo que consigues es que el director (doblemente nominado por esta cinta) tenga que buscar financiación independiente como en sus comienzos. Y llega a ser verdaderamente triste como Hollywood dejó de lado a Weir. No interesaba rodar una segunda parte de Master & Commander (hace poco Russell Crowe comenzó una campaña para que la Fox se implique en ello); y no querían un nuevo fiasco en taquilla. Estos siete años que ha tardado en traernos este nuevo proyecto no se los ha estado pasando en el sofá de su casa rascándose la barriga como hacen muchos que yo me se en el país del jamón serrano y la paella. Tras varios guiones que no le convencían, Weir se hizo con el libro de Slawomir Rawicz, The Long Walk. Enseguida comprendió que tenía entre sus manos lo que estaba buscando. Entre pre-producción, rodaje, post-producción y tiempo que ha tardado en distribuirse comercialmente han pasado tres años.

La historia.

Siete prisioneros consiguen escapar de un gulag ruso en Siberia durante la segunda guerra mundial y a pie atraviesan los parajes más peligrosos de Rusia, Mongolia, China, El Tibet y La India en busca de la libertad inexistente en Unión Sovietica.

Weir es un amante de la historia, tanto natural como humana. Me explico. Cuando ves las imágenes del muro de Berlín cayendo, la mayoría vemos eso, el muro. Gente como Weir se fija en las expresiones de las personas que atraviesan los restos del muro, se pregunta por sus vidas, sus vivencias, sus creencias, sus expectativas. Si consigues que una persona con la que te puedas identificar viva una serie de situaciones increíbles, en un entorno desconocido y hostil, ahí tendrás un perfecto relato de aventuras, y es lo que el relato de Rawicz ofrecía. No solo la caminata de más de 6000 kilómetros, también el hecho de que huyen de otro peligro. Sus carceleros, la población que los entregarían por la recompensa. Es importante que eso quede claro.

He leído mucho sobre que la cinta trata del hombre intentando sobrevivir en la naturaleza, sí. Pero creo que con eso te quedas a media porque, ¿por qué huyen y se comportan de ese modo? Supervivencia, pero no solo en un campo de batalla que es la naturaleza y puede acabar con ellos, sino a su alrededor el peligro humano también acecha. Es la humanidad lo que han de conservar en un entorno salvaje en el que son perseguidos como bestias.

Y bueno, para esta cinta, Weir no pudo contar con la Fox para atraer superestrellas como Russell Crowe, no. Pero no todas las estrellas pertenecen a las grandes productoras. Algunos van bastante por libe, y es el caso de Colin Farrell, primer implicado en el proyecto y que en principio iba a ser el protagonista, Janusz, aunque tanto él como Weir decidieron que el mejor personaje para el irlandés era el del salvaje Valka. Ed Harris, amigo de Weir, no dudó en repetir con el director de The Truman Show y pasó a convertirse en Mr. Smith, quizás el personaje más enigmático y conmovedor de todos (en mi opinión). Pero necesitaban un joven que diese vida a Janusz, guía y cabecilla del grupo, y para eso se decantarón por Jim Sturgess, un joven muy prometedor que no ha desperdiciado esta oportunidad pero que podría haber sido mucho mejor. Quizás no sea tanto culpa suya como el desarrollo de su personaje. El que menos me conmovió de todos, aunque no discuto en la labor de la actriz, es el personaje de Irena, interpretado por la cada vez más ascendente Saroirse Ronan. No me pidáis que os explique porque.

El resto de secundarios, geniales, mi favorito Zoran el gracioso, interpretado por Dragos Bucur. Y mención especial a Mark Strong por su pequeño papel en el gulag al comienzo de la cinta.

Y yendo a la técnico, es seguramente lo mejor de la cinta. La fotografía; la edición; los paisajes rodados por equipos del National Geographic; la banda sonora de Burkhard Dallwitz, a ratos espléndida, a ratos monótona (las cosas lo que son).

Y para terminar. A algunos se les hizo pesada la película. Creo que puede ganar, y mucho, con un segundo visionado, y desde luego sales del cine con ganas de repetir. Puede que sea cosa mía, pero la cinta tiene un par de cortes que me hacen pensar que hubo o tijerezazo forzoso, o eliminación de tomas en el último momento, como las de la parte de la fuga del gulag, trepidante, no te digo que no, pero ni puta idea de como salen.

Weir, gracias por pasar de efectos especiales, 3D y mierdas (aunque economicamente te fuera imposible) y dedicarte a contar historias, no solo con palabras, sino con imágenes, evocando sentimientos en el espectador (desde un sollozo a un ignorante bostezo). Gracias, tío. Tu cine es de lo poco bueno que queda.

Ahora. Lo que está ocurriendo con esta cinta. El abandono de las grandes distribuidoras, de los premios de la crítica. Una marginación que me asquea, porque la próxima vez que vaya al cine, y vea "lo que hay", y "lo que no hay", me preguntaré porque algunos de los mejores de la industria del cine son tratados de este modo.

¿Conocéis esa expresión de "Ahí va, ¿qué hacen estas patatas en mi bolsa de aire?"? Yo me preguntaré, ¿qué hacen ese par de peliculones en mi cartelera llena de mierda?

Mi nota: Un 9,5

De lo mejor del año.