Incluso los osos salen de los bosques
cuando tienen hambre.
Otro 10 en apenas una semana. Sí, he tenido la suerte de ver varias obras maestras últimamente y pienso escribir sobre ella siempre que pueda.
Akira Kurosawa era un conocido director en Japón, e internacionalmente se había hecho un nombre gracias a su película Rashomon, que ganó el Leon de Oro de Venecia. Pero sería en 1954 al estrenar su gran obra maestra, Los Siete Samuráis, cuando se daría a conocer por todo el mundo.
En el Japón feudal, un pequeño pueblo de aldeanos es continuamente atacado por forajidos que les quitan la comida. La situación es desesperante y no saben que hacer, hasta que uno de los miembros del pueblo decide ir a la ciudad y contratar samuráis para que los protejan de los bandidos.
No tienen dinero, por lo que les pagarán con comida. La misión no reportará fama ni fortuna. El orgullo de los samuráis es algo que jugará en contra de los aldeanos, pero que en cierto modo es paradójico, ya que finalmente conseguirán siete auténticos samuráis, justos y puros de corazón. Capaces de aparcar el típico papel de samurái para emplearse a lo que se deben en realidad. Samurái significa "servir", o "aquellos que sirven" .
Cada uno tiene una personalidad distinta pero que no choca entre ellas, y que hará de los samuráis, un curioso y complementario grupo de amigos.
Tras la llegada de los samuráis al pueblo, veremos el respeto y miedo de los aldeanos hacia los guerreros. Kurosawa decide mostrar también el lado más humano de estos al interactuar con los aldeanos y sentir que al proteger la aldea, están protegiendo una parte de si mismos. Pero no por ello deja de mostrar el poder de los samuráis, quizás con el personaje más interesante de toda la cinta, Kikuchizo (Toshiro Mifune) que en su tiempo fue aldeano y sufrió por ello.
Sin ánimo de destripar el final, no puedo finalizar sin mencionar que quizás lo mejor de la cinta, en mi opinión, es la conclusión final a la que llega el maestro samurái cuando ve a los aldeanos festejar la victoria sobre los bandidos junto a las cuatro tumbas de los samuráis.
-Otra vez hemos sido derrotados. Los ganadores
son los campesinos y no nosotros.
Más de tres horas de acción, humor, drama, sin que el ritmo caiga ni un ápice. La película se pasa rápida, y eso es sólo una de las muestras de la gran maestría de Kurosawa. Cabe destacar, además de la excelente dirección del "emperador", el magnífico diseño de producción, las interpretaciones, y las numerosas reflexiones a las que invita la cinta al espectador. La anteriormente mencionada es solo una de ellas. El propio personaje de Mifune es una de ellas a lo largo de toda la película.
La película fue un gran éxito que impresionó tanto a crítica como a público, e influiría a lo largo de los años a gran número de cineastas.
Tuvo su primer remake en 1960, protagonizado por Yul Brynner, donde la acción principal se traslada al oeste donde siete vaqueros protegen a un pueblo de los ataques de los bandidos.
Mi Nota: 10!!
Me la apunto! Me falta mucho cine de esta época, aunque ya sé cómo conseguirlas.
ResponderEliminarAqui tengo Kagemusha para ver. Un ballet samurai.
ResponderEliminarÉsta la vi hace tela, y claro, como bien dices, los siete magníficos es un claro remake. Bendito Yul.