Abrochaos los cinturones, que os voy a hablar brevemente acerca de una obra maestra del cine de terror.
Dos amigos, Francis y Alan deciden ir al carnaval del pueblo de Holstenwall, en Alemania. Al mismo llega el Doctor Caligari con un aterrador número, el de Cesare, un sonámbulo al que el doctor despertara como si de un zombie se tratase y hará que responda cualquier pregunta. Alan es el primero en probar a Cesare preguntándole sobre la fecha de su muerte; Cesare contesta: mañana. Al día siguiente amanece muerto, por lo que Francis sospecha de Caligari y Cesare. Aquí empieza a cobrar emoción la historia de un modo desenfrenado, con un estilo casi impropio de aquella época (más de 90 años hace ya), y que os sorprenderá a todos con un final propio de los mejores thrilles modernos. Una verdadera OBRA MAESTRA.
Para los más cinéfilos, merece la pena comentar puntos como que esta es la primera obra del genero expresionista alemán en el que prima lo subjetivo sobre lo objetivo, y del que hablaremos muy pronto. Podríamos incluir grandes cintas como Nosferatu, El Último, Fausto o Metrópolis.
En un principio los productores querían que Fritz Lang se sentase en la silla del director, pero tuvo que rechazarlo para filmar Die Spinnen. Finalmente fue Robert Wiene quien se haría cargo del proyecto, filmando así la mejor obra de su carrera.
Aunque la cinta viene firmada por Carl Mayer y Hans Hanowitz, fue Wiene (a petición de los productores) el que incluyó la primera y última escena de la cinta lo que cambia por completo el final y toda la historia en si. No quiero soltar spoilers a diestro y siniestro, así que simplemente os recomiendo una vez más que veáis la película.
La idea principal de la historia era denunciar al estado alemán por la situación del país tras el fin de la guerra, comparando al Doctor Caligari con el propio estado alemán que induce al sonambulismo y a perpetrar crímenes contra si mismo.
Otro detalle que hace, sino única pionera, a esta cinta es el diseño de producción, en especial con los decorados. Estos tenían formar extrañas, con ángulos imposibles y bizarros que se asemejaban a los de una "mente retorcida". Esto ayuda a crear un ambiente de tensión e incomodidad durante toda la historia.
El maquillaje de los actores, lo exagerado de sus actuaciones, objetos deformados, los contrastes de luces y sobras, la propia deformación de la realidad... todo ello crea una magnífica atmósfera de terror que más tarde inspiraría a cineastas como Tim Burton, David Lynch o Terry Gilliam.
Además, he visto similitudes entre esta cinta y Shutter Island de Martin Scorses, aunque este no la mencionase entre las películas que le habían servido de inspiración.
El personaje de Cesare, el sonámbulo, llegó a convertirse, junto a Charlot, en uno de los primeros personajes míticos de la historia del cine.
Mi Nota: 10
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