BRAVEHEART (1995) - MEL GIBSON
Mel Gibson no solo es capaz de rodar sadismo, peleas y violencia (algo que afirman sus detractores) también es capaz de filmar escenas de amor, escenas que te dejan sin aliento y escenas que te hacen llorar de emoción. En Braveheart hay de todo un poco, y esta es, junto a la escena final, una de las pocas que año tras año me sigue poniendo los bellos de punta.
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