Conocí su particular cine a raíz de We Own the Night y me dije que seguiría su filmografía fuese como fuese, muy europeo para América, pero muy americano para Europa, el estilo de Gray es un punto intermedio que hace que sus "incondicionales" describan a la perfección este propio término. El "Dirigido por" de Mayo traia un artículo magnífico sobre este director.
Centrado en personajes que han llevado vidas duras y dolorosas, o que pisoteados por su propia existencia, no saben lo que realmente quieren, James Gray empieza a contar la vida de Leonard, un creíble y perfecto Joaquin Phoenix, el cual ha sufrido y sigue sufriendo por una relación anterior. No tenemos por delante al típico personaje deprimido y aburrido que rechaza todo lo que se le pone por delante, no. Eso está ya muy manido y usado. Gray apuesta por un personaje sensible pero que resiste, un personaje verdadero pero atípico en el mundo del cine, me explico. Primeros diez minutos de la película: Leonard saliendo del río después de haber intentado suicidarse, vuelve a casa, sus padres creen que "lo ha vuelto a intentar", llegan unos amigos de la familia; la hija mayor, Sandra (Vinessa Shaw) se fija en Leonard, este parece estar más tranquilo, reservado pero hablador, e incluso entretiene al hijo pequeño de la otra familia.
Vemos claramente que a la hija le gusta Leonard, y no tarda en entablar amistad con él. Este le enseña un album personal de fotos hechas por el propio Leonard, fotos en blanco y negro de distintas zonas de la querida Brooklyn de Gray. Estamos ante un personaje sensible pero con muchas cartas que destapar.
Casi al mismo tiempo conoce a Michelle (una deficiente Gwyneth Paltrow), que es un personaje al que le falta quizás el carisma y presencia del de Scarlett Johansson en Match Point. Se trata de la típica secretaria de buffet que tiene una aventura con su jefe, un jefe casado y con hijos. Leonard se enamora de ella nada más conocerla, pero se desinfla un poco al conocer dicho affaire. Quizás esta parte de la película es la que más nos revele cosas sobre Leonard, ya que vemos como empieza a tantear a Michelle, como se hacen amigos, como sale con sus amigas a una discoteca y se convierte en el alma de la fiesta. Antes de que le hicieran daño, era alguien con una gran personalidad, presencia y sentido del humor, algo que ha ocultado con el paso de los años pero que descubre junto a Michelle al sentirse mejor que nunca. Esto no pasa con Sandra.
Pero Leonard decide ir en serio con la última y olvidarse de Michelle, pero por esos giros que da la vida, vuelve a entrar en ella inevitablemente.
Es entonces cuando llegamos a la pregunta de siempre, ¿quedarse con la chica imperfecta pero de la que estás enamorado, o con la chica perfecta pero que no te llena?
¡Uno de los mayores aciertos de Gray es el final, pero me lo voy a callar, simplemente vedla! Lo hablaba hace tiempo con una amiga, las mejores historias romanticas son las dramáticas, y esta llega a serlo de verdad.
Nuevamente, me quedo con la historia y dirección de Gray, la interpretación de Phoenix que esperemos vuelva de una vez en cuanto acabe su falso documental, y la banda sonora que acompaña a las imágenes. Yo hubiese usado a otra actriz para el personaje de Michelle como Rachel McAdams o Kate Beckinsale, dos actrices con muchas más presencia que la veterana Paltrow.
P.D.: Aparece en el cartel la crítica "The Best American Drama of the Year (2008)", recordando los de aquel año... pues sí, el mejor.
Mi nota: 8,5
Centrado en personajes que han llevado vidas duras y dolorosas, o que pisoteados por su propia existencia, no saben lo que realmente quieren, James Gray empieza a contar la vida de Leonard, un creíble y perfecto Joaquin Phoenix, el cual ha sufrido y sigue sufriendo por una relación anterior. No tenemos por delante al típico personaje deprimido y aburrido que rechaza todo lo que se le pone por delante, no. Eso está ya muy manido y usado. Gray apuesta por un personaje sensible pero que resiste, un personaje verdadero pero atípico en el mundo del cine, me explico. Primeros diez minutos de la película: Leonard saliendo del río después de haber intentado suicidarse, vuelve a casa, sus padres creen que "lo ha vuelto a intentar", llegan unos amigos de la familia; la hija mayor, Sandra (Vinessa Shaw) se fija en Leonard, este parece estar más tranquilo, reservado pero hablador, e incluso entretiene al hijo pequeño de la otra familia.
Vemos claramente que a la hija le gusta Leonard, y no tarda en entablar amistad con él. Este le enseña un album personal de fotos hechas por el propio Leonard, fotos en blanco y negro de distintas zonas de la querida Brooklyn de Gray. Estamos ante un personaje sensible pero con muchas cartas que destapar.
Casi al mismo tiempo conoce a Michelle (una deficiente Gwyneth Paltrow), que es un personaje al que le falta quizás el carisma y presencia del de Scarlett Johansson en Match Point. Se trata de la típica secretaria de buffet que tiene una aventura con su jefe, un jefe casado y con hijos. Leonard se enamora de ella nada más conocerla, pero se desinfla un poco al conocer dicho affaire. Quizás esta parte de la película es la que más nos revele cosas sobre Leonard, ya que vemos como empieza a tantear a Michelle, como se hacen amigos, como sale con sus amigas a una discoteca y se convierte en el alma de la fiesta. Antes de que le hicieran daño, era alguien con una gran personalidad, presencia y sentido del humor, algo que ha ocultado con el paso de los años pero que descubre junto a Michelle al sentirse mejor que nunca. Esto no pasa con Sandra.
Pero Leonard decide ir en serio con la última y olvidarse de Michelle, pero por esos giros que da la vida, vuelve a entrar en ella inevitablemente.
Es entonces cuando llegamos a la pregunta de siempre, ¿quedarse con la chica imperfecta pero de la que estás enamorado, o con la chica perfecta pero que no te llena?
¡Uno de los mayores aciertos de Gray es el final, pero me lo voy a callar, simplemente vedla! Lo hablaba hace tiempo con una amiga, las mejores historias romanticas son las dramáticas, y esta llega a serlo de verdad.
Nuevamente, me quedo con la historia y dirección de Gray, la interpretación de Phoenix que esperemos vuelva de una vez en cuanto acabe su falso documental, y la banda sonora que acompaña a las imágenes. Yo hubiese usado a otra actriz para el personaje de Michelle como Rachel McAdams o Kate Beckinsale, dos actrices con muchas más presencia que la veterana Paltrow.
P.D.: Aparece en el cartel la crítica "The Best American Drama of the Year (2008)", recordando los de aquel año... pues sí, el mejor.
Mi nota: 8,5
Conforme con todo salvo con lo que dices de la Paltrow, para mí cumplió con creces su cometido, transmitir ese áurea de femme fatale inalcanzable a la par de frágil, una de las mejores interpretaciones de su carrera. A la peli le pongo la misma nota, de momento una de las mejores años del 2010, aunque date del 2008 xD
ResponderEliminarSaludos!
A mí me pareció una maravillosa película, sencilla pero profunda. Estoy de acuerdo con tu crítica, menos en lo de Gwyneth Paltrow y eso que no es una actriz que me entusiasme precisamente, pero aquí está estupenda y muy creíble, este trabajo junto con el de ''Grandes Esperanzas'' son los que más me convencen de ella.
ResponderEliminarJoaquin Phoenix está magnífico como siempre. La dirección de James Gray es muy elegante y sutil. Y el final de la película, es grandioso, dice mucho más por las miradas que por las palabras.
La que noté un poco floja fue a Vinessa Shaw.
Un saludo.