Fish Tank: "Un bello poema suburbano inglés"

El cine independiente es seguramente el cine más complicado y complejo de los diferentes tipos habidos por haber. Tiene muchas peculiaridades que lo hacen especial, como un hermano pequeño del cine de presupuesto. En cuanto a importancia para la mayoría de la gente está en un puesto intermedio entre el largometraje y cortometraje.
A pesar del alarmismo existente en cuanto a la actual crisis de originalidad que vive el cine, siempre nos quedará refugio en el cine de autor o de bajo presupuesto, provisto de historias originales y que fuerzan han de llamar la atención si quieren ser distribuidas. Todos los años podemos hacer una lista de los 25 mejores títulos, y seguro que saldrán unos 10 films independientes. Por ejemplo, podríamos recordar del 2009: Moon, Bronson, The Hurt Lucker Looking for Eric, A Serious Man, 500 Days of Summer, Amreeka, An Education, A Prophet,...

Esos son solo algunos de ellos. Pero uno de los muchos problemas que presenta es su mala distribución, dándose el caso de Fish Tank, película que esperaba ansioso y que no ha sido hasta mayo del 2010 cuando he tenido ocasión de disfrutarla. No verla, disfrutarla.

Mia (Katie Jarvis) es una joven problemática de 15 años que vive en el barrio marginal de Essex. La han expulsado del colegio, se pelea con las demás chicas del barrio, y no soporta ni a su madre ni a su hermana pequeña. Su único consuelo está en el último piso abandonado de un edificio de bloques donde ensalla durante gran parte del día bailes undergrounds. Pero como suele ocurrir habitualmente en el esquema de estas historias, aparece un nuevo personaje que rompe con lo que Mia está acostumbrada. El nuevo novio de la madre de Mia, Connor (Michael Fassbender), resulta ser un personaje diferente al resto de los presentados, lo que hace sentir distinta a Mia.

La directora de esta cinta, Andrea Arnold (para muchos la heredera de Ken Loach), presenta una cinta especial, una cinta de sensaciones y sentimientos. Muchos directores intentan retratar el ambiente de un tipo de sociedad en sus películas, pero casi siempre resultado muy forzado o artificial. Este no es el caso. Arnold es, ante todo, una observadora de su entorno. En la película vemos muchos mensajes y símiles a través del entorno que rodea a Mia. Un entorno hostil, peligroso, que irónicamente, Arnold crea en algo bello.
El último piso en el que ensalla Mia ofrece una espectacular vista del barrio y nos muestra un gran cielo despejado. Es una ventana abierta hacia una basta muestra de libertad.
Mia se cruza en ocasiones con un caballo encadenado tras una valla, e intenta liberarlo, ya que ella es como ese caballo. El final de dicho animal irá casi en paralelo al de la joven protagonista.
La hermana pequeña de Mia es un caso digno de observación. Vemos a una niña muy mona, dulce, rubia. Cumple a la perfección el prototipo de princesita, pero cuando menos te lo espera llama a su madre "puta", al darle esta una colleja; o "caracoño" a su hermana cuando esta la llama "caraculo"; es una auténtica contradicción con lo que Arnold trata de llamar nuestra atención. De la madre (Kierston Wareing), dirimes que el la típica mujer "joven" que ha sido madre por el mero hecho de no llevar preservativo en el momento. No se presenta en ningún momento el personaje de un padre o ex-marido.
Los tres personajes clave de la familia nos son presentados y catalogados como lo que son, estereotipos y productos del estilo de vida en los barrios marginales.
Pero es quizás el personaje de Connor, junto al de Mia, el más llamativo por como entra en escena, como cambia al aptitud de Mia, a pesar de que se resiste, y lo clave que es para el siguiente desarrollo de la cinta y del final.

Fish Tank es un bello poema trágico. Un relato suburbano contado de un modo realista y directo. Sin concesiones, sin adornos, sin florituras o gilipolleces. Es sincero, es hermoso, es educativo.

Creo que habría que seguirle la pista a Andrea Arnold con el paso de los años.



Mi Nota: 9,0