La Berlinale abrió, por fin, sus puertas ayer en la bella capital alemana, donde la nieve no es la única que está dejando frío a los primeros espectadores. Los equipos quitanieve están trabajando a destajo y se encuentra ya casi sin sal, pero vayamos a lo interesante.
Ayer, en un rueda de prensa de alrededor de una hora, el director alemán Werner Herzog, inauguró el festival acompañado del resto de miembros del jurado, entre los que destacan la actriz Reneé Zellweger.
El director de Fitzcarraldo expresó su descontento con el cine actual en el que sobran efectos digitales y falta imaginación.
Posteriormente se proyectó la primera cinta de la sección oficial, Apart Together, del director Wang Quanan, ganador del Globo de Oro en 2007 por La Boda de Tuya.
La nueva película del director asiático cuenta la dramática historia de un veterano de guerra que vuelve 50 años después a Shangai en busca de la amada que dejó involtuntariamente al acabar la guerra civil china (1946-1949). La película es un retrato de las penurias que pasaron miles de familias al verse separadas de los miembros de la misma al separarse Taiwan y la China comunista al acabar el conflicto, e impedir su acceso a la dictadura de Mao Tse-Tung.
En palabras del propio director:
"El reencuentro es algo a lo que aspiran todas las familias en China".
Al acabar la proyección, la sala quedó en silencio, tanto por los invitados como por los miembros de la prensa por lo que no auguro un buen futuro a la cinta.
Proximamente será el turno de The Ghost Writer, una de las cintas más esperadas del festival.
0 comentarios:
Publicar un comentario