12 ANGRY MEN (10/10)
Puede que algunos no lo sepais, pero un servidor tiene una lista personal de las que a su juicio son las 5 mejores películas de la historia. Ciudadano Kane, The Godfather, Memento y 12 Angry Men.
Hablar de 12 hombres sin piedad es hablar de autentico cine. Aunque podría tratarse de una obra de teatro, presenta una historia tan fascinante y bien construida que permite su reproducción en un mismo escenario durante toda la película, lo que aporta un toque agobiente tremendo.
En toda película de juicios nos encontramos a los de siempre: el acusado (inocente o culpable), el abogado (con discurso final moralista perfecto para lucirse), el fiscal (tipo duro y grandilocuente que solo quiere ver cumplida la ley), el juez (un canoso señor aburrido que acabará aportando la guinda al pastel), los testigos sorpresa (a los cuales el abogado se come con patatas) o incluso el ujier (que llegados al climax de la película tendrá que sujetar al acusado cuando se levante a protestar)
Siempre es lo mismo amigos, siempre. Pero la película de Sidney Lumet presenta una diferencia, sus protagonistas van a ser unos personajes presentes en casi todas las películas de juicios pero a los que se les da casi menos importancia que al público, el jurado.
12 Hombres sin Piedad es una caracterización de 12 tipos diferentes de personas que unidas presentan un fiel retrato de la sociedad. Sus temores, su seguridad, sus dudas, sus creencias, su forma de razonar o expresarse, ya sea mediante palabras o gestos, es un claro guiño a la más básica confrontación entre los seres humanos.
Veamos, la película trata del proceso de deliberación de los miembros del jurado de un juicio por homicidio. Al parecer, un chico de los bajos fondos ha asesinado a su padre con una navaja automática. De ellos depende la sentencia, y en el caso de que unanimamente decidan declararle culpable, el destino del chavál sería la silla eléctrica. En un principio, la mayor parte de los miembros del jurado ven al chico culpable y comienzan votando a mano alzada. Todos levantan la mano excepto uno. El número ocho (Henry Fonda), que pide a los demás que lo hablen, ya que es la vida del muchacho la que está en juego y deberían tomarse más en serio lo que están a punto de hacer. No sabe si el muchacho es culpable o inocente, ya que en realidad, eso solo lo saben el chico y el fiambre. Otra cosa es lo que él o ellos crean, y él no lo sabe. Aquí comienza una lucha en solitario del número ocho tratando de convencer al resto de los miembros de los fallos de la defensa o las lagunas del propio juicio.
Al igual que Robert Mulligan con Matar a un Ruiseñor, 12 hombres sin piedad fue dirigida por un joven sin experiencia en el cine pero si en el teatro y en la televisión, Sidney Lumet, que lograría la primera de sus 4 nominaciones como mejor director con esta película, su opera prima. Aunque sin experiencia práctica en el mundo del cine, Lumet si estaba empapado de cine y televisión, y conocía ese mundo. Aportó además movimientos de cámaras pocos frecuentes en aquella época que dieron un toque muy elegante y en ocasiones dramático a la escena en cuestión.
Además contó con la superestrella, Henry Fonda, que además participó como productor (o a saber si fue al revés) y con secundarios de lujos o que a la larga se convertirían en tal, como Lee J. Cobb, que está a la altura de Fonda en todo momento; Martin Balsam o E.G. Marshall.
En la wiki, he encontrado un análisis genial de los personajes y lo que les caracteriza en comparación al resto.
Miembro 1: Un hombre común, impresionado y presionado con la responsabilidad que el estado ha colocado sobre sus hombros al nombrarlo presidente del jurado, trata de ser muy formal y respetuoso, y aunque no es muy brillante, se da a respetar.
Miembro 2: Hombre tímido y sin personalidad definida, duda constantemente y esto hace difícil que mantenga una opinión propia, se le persuade fácilmente por lo que su opinión será casi siempre la misma que la de la última persona que ha hablado.
Miembro 3: Es muy fuerte, rudo y testarudo hasta caer en lo sádico, es malhumorado y no le gusta escuchar otra opinión distinta a la de él, está acostumbrado a imponer su forma de pensar sin importar las consecuencias.
Miembro 4: Hombre de buena posición económica, se desenvuelve y habla con elegancia, es muy analítico y cuadrado hasta cierto punto, su suerte en los negocios hace que se sienta en ocasiones superior a los demás.ç
Miembro 5: Un hombre gris, tímido y callado, de estrato social bajo acostumbrado a cumplir con las normas de la sociedad para la que labora, le cuesta trabajo relacionarse con la gente, su falta de personalidad provoca que le falten al respeto.
Miembro 6: Hombre fuerte, honesto práctico y trabajador, suele cumplir con su trabajo sin meterse en problemas, por lo que siempre se atiene a los hechos, no soporta a la gente irrespetuosa y grosera.
Miembro 7 : Fanfarrón, presumido, altanero pero agradable vendedor, tiene cosas más importantes que hacer que sentarse a deliberar en una sala de jurados, es de temperamento explosivo y siempre está seguro de lo que dice aunque en realidad es tan inculto que no sabe en realidad de lo que está hablando.
Miembro 8: Callado y analítico, siempre trata de ver el otro lado de la moneda, es de valores arraigados por lo que valora mucho la importancia de la vida, cree firmemente en la justicia y tratará de luchar siempre para conseguir que se cumpla.
Miembro 9:Hombre de la tercera edad, vive de sus recuerdos y parece que sólo se mantiene con vida para no olvidarlos, en su juventud fue un hombre de ideales por los que luchaba hasta con el físico y su fuerza, hoy sólo puede luchar con la experiencia ya que su cuerpo cansado no le permite más.
Miembro 10: Un hombre amargado y molesto con la vida, es racista e intolerante, sólo valora su vida y no respeta credo, sexo o edad, es un hombre frustrado que sabe que nunca será un hombre importante, por lo que se desquita con los más débiles.
Miembro 11: Refugiado europeo, habla con acento, es humilde y está agradecido con el país que le abrió las puertas, no tolera la injusticia y los malos tratos ya que él padeció esto durante la guerra, por lo que siempre está dispuesto a conversar con tal de alcanzar un acuerdo justo.
Miembro 12: Joven publicista, ingenioso y agradable, ve a la personas como números, estadísticas y porcentajes por lo que no es fácil que entienda el lado humano de las cosas, es arrastrado por la vida y el mundo superficial de las agencias de publicidad, aunque en el fondo es un buen tipo.
La película abarca varios temas, y entre ellos yo destacaría el de objetividad que se supone ha de tener un jurado o un juez en un juicio, el evitar mezclar lo personal. El personaje de Henry Fonda es objetivo en todo momento, no dice que el chico sea culpable, pero tampoco inocente. Unicamente quiere que debatan el juicio, ya que el cree que no ha sido todo lo justo o correcto que debería haber sido. El personaje de Lee J. Cobb, al contrario, toma como personal el juicio, identificando al chico con su propio hijo y al padre asesinado como a el mismo al abandonarle su hijo.
Para ir acabando, en mi opinión hay tres tipos de películas: Las películas normales (que pueden gustar o no y que no son precisamente obras maestras); las grandes películas (que según los expertos y entendidos son obras maestras pero que no gustan a todos); y las obras maestras (aquellas que unen a crítica y público, esas son las grandes películas, ya que su mensaje es universal). El cine de Chaplin, por ejemplo, lo era; al igual que películas como El Padrino, Ciudadano Kane o La Lista de Schindler.
12 Hombres sin Piedad. Obra Maestra.
Excelente!!! Desde todo punto de vista!!!
ResponderEliminarSalvando las distancias.... muchisimas, ¿viste TAPE?